Desafiando la discriminación: la lucha contra el estereotipo sobre la comunidad gitana

En un mundo cada vez más consciente de la diversidad y la inclusión, es importante destacar las historias de aquellos que están desafiando las barreras y luchando contra la discriminación. En la entrada de hoy me gustaría destacar una reciente noticia publicada en El País, cuyos protagonistas son Manuel Reyes, Pastora Filigrana y Joseza Salazar, tres gitanos abogados que luchan por derribar los estereotipos de la comunidad gitana.

La comunidad gitana ha sido históricamente marginada y estigmatizada, lo que ha supuesto un impacto perjudicial en todas las áreas de la vida, incluida la educación, el empleo y el sistema legal. Aunque en esta entrada me centro en la noticia señalada, en mi revisión de la hemeroteca he identificado un número creciente de artículos que destacan la discriminación que enfrentan los gitanos en su campo laboral.

Historias como las de Manuel, Pastora y Joseza nos ayudan a cambiar la narrativa sobre lo que significa ser gitano en España hoy en día, y son un poderoso recordatorio de que pueden y deben tener un lugar en todas las áreas de la sociedad, incluyendo la profesión legal.

El desafío de ser gitano y abogado

Manuel ha sido uno de los pocos jueces y fiscales de su etnia que ha ejercido en España; Pastora fue la primera de su familia en asistir a la universidad y actualmente se especializa en la defensa de las minorías en Abogadas Sociedad Cooperativa Andaluza; y Josefa es abogada y socia fundadora y directora legal de Abogados para tus Deudas.

A lo largo de su carrera, han experimentado episodios de estigma y discriminación, pero también han observado un creciente interés entre los jóvenes gitanos por la profesión legal, posiblemente como una forma de desafiar estereotipos y la exclusión social a la que su comunidad se ha enfrentado históricamente.

Discriminación directa y oculta

La discriminación directa y oculta es aquella que se da cuando se trata de manera menos favorable a una persona o grupo de personas que otras en situación análoga, pero se esconden las motivaciones discriminatorias fundamentando la decisión en otros motivos de carácter neutro.

Respecto al tema que nos concierne, existen prejuicios que podrían, por ejemplo, dificultar la contratación de un profesional de etnia gitana por parte de una empresa privada, así como la atracción de clientes en un establecimiento en que el personal pertenece a este colectivo. Sin embargo, pocos reconocerían que esta exclusión se dé debido a la etnia de la persona o personas marginadas, sino que la basarían en otros -infundados- motivos, que son los mismos que han alimentado al tradicional estereotipo de la comunidad gitana: marginalidad, delincuencia, falta de educación o falta de higiene. Es importante recordar que estos patrones no reflejan la diversidad y la riqueza de la comunidad gitana: cada individuo tiene sus propias experiencias, valores y aspiraciones.

Me llama especialmente la atención un informe de 2020 de la Rights International que identifica un fenómeno conocido como “sesgo inconsciente antigitano”, que puede influir en las decisiones judiciales y resultar en un trato más severo para los acusados gitanos. Sin duda, esta es una forma más de racismo, que puede tener un impacto significativo en la vida de las personas gitanas, contribuyendo a la exclusión social y a la marginación.

¿Cómo podemos combatir este tipo de discriminación en el ámbito profesional?

Se me ocurren tres frentes en los que se podría trabajar para combatir este tipo de discriminación:

Educación y sensibilización: es fundamental educar a la sociedad sobre la cultura gitana y desafiar los estereotipos negativos. Esto puede incluir programas de sensibilización en escuelas y lugares de trabajo, así como campañas de medios de comunicación. Cada año la Fundación Secretariado Gitano forma a más de mil profesionales de diversos ámbitos y estudiantes, y participa en jornadas, campañas y seminarios sobre discriminación, racismo y antigitanismo. Que continúe esta labor me parece esencial para transformar la visión que se tiene sobre la comunidad gitana.

Promoción de la diversidad en la profesión legal. Es importante reconocer la importancia de la diversidad de personas en cada profesión, pues puede portar una perspectiva única y valiosa. Quienes sufren algún tipo de discriminación pueden entender mejor las experiencias y desafíos que enfrentan otras personas excluidas para abogar por la justicia y la igualdad. En este caso, pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra el sesgo inconsciente antigitano.

Apoyo a los abogados gitanos: esto puede incluir oportunidades de mentoría, redes de apoyo y recursos financieros.

Cabe añadir que habiendo asistido al segundo evento dinamizado del curso impartido por el INAP “Fundamentos sobre la igualdad de trato y la no discriminación”, en el que participó la técnica en intermediación cultural Mery Bielo con su contribución sobre el concepto “interseccionalidad”, no puedo hacer un análisis de esta noticia sin tener en mente este enfoque. La interseccionalidad es una herramienta conceptual útil para entender cómo las diferentes formas de discriminación y opresión pueden interactuar y superponerse. Al reconocer estas intersecciones, podemos trabajar para abordar y desmantelar los sistemas de opresión de una manera más completa y efectiva.